17 para que lo examine, y si el sacerdote ve que la llaga se ha vuelto blanca, declarará puro al enfermo, pues ya ha quedado puro.
18 “Cuando alguien tenga una llaga en la piel, y llegue a sanar,
19 y quede en su lugar una hinchazón blanca o una mancha blanco-rojiza, deberá presentarse ante el sacerdote.
20 Si el sacerdote ve que la parte afectada aparece más hundida que el resto de la piel y que el pelo se ha vuelto blanco, entonces declarará impura a esa persona, pues lo que tiene es una llaga de lepra.
21 Si ve que la parte afectada no tiene ningún pelo blanco ni está más hundida que el resto de la piel, sino que va desapareciendo, entonces encerrará a esa persona durante siete días.
22 Si el mal sigue extendiéndose por la piel, entonces el sacerdote declarará impura a esa persona, pues tiene llagas leprosas.
23 Pero si la parte afectada se mantiene sin extenderse, entonces es solamente la cicatriz de la llaga, y el sacerdote lo declarará puro.