39 Al séptimo día volverá el sacerdote a examinarla, y si la plaga se ha extendido por las paredes de la casa,
40 dará orden de que se quiten las piedras que tengan esa mancha y se arrojen a un lugar impuro fuera de la ciudad.
41 Dará orden también de que se raspe todo el interior de la casa, y de que el polvo raspado se arroje a un lugar impuro fuera de la ciudad.
42 Se tomarán entonces otras piedras para reponer las que fueron quitadas, y barro nuevo para recubrir la casa.
43 “Si la plaga vuelve a aparecer en la casa después de haberse quitado las piedras, raspado la pared y haberla recubierto de nuevo,
44 el sacerdote entrará a examinarla. Si la plaga se ha extendido por la casa, se trata de lepra maligna y la casa es impura.
45 Por lo tanto, la casa será derribada y todos sus escombros arrojados a un lugar impuro fuera de la ciudad.