39 “Si uno de tus compatriotas se arruina estando contigo, y se vende a ti, no le hagas trabajar como esclavo;
40 trátale como a un trabajador o como a un huésped. Trabajará para ti hasta el año de liberación,
41 después del cual podrá abandonar tu casa junto con sus hijos, para volver otra vez a su clan y a sus propiedades familiares,
42 porque ellos son mis siervos. Yo los saqué de Egipto, y no deben ser vendidos como esclavos.
43 No los trates con crueldad; al contrario, muestra temor de tu Dios.
44 “Si quieres tener esclavos o esclavas, cómpralos de las otras naciones que te rodean.
45 También puedes comprar a la gente extranjera que vive entre vosotros, y a los hijos que os nazcan mientras estéis en vuestro país; a ellos podéis comprarlos en propiedad