11 Con el mismo aceite roció el altar siete veces, y lo derramó sobre el altar y sobre todos sus utensilios, y también sobre la palangana y su base, para consagrarlos.
12 Luego derramó Moisés sobre la cabeza de Aarón el aceite de consagrar, para consagrarle como sacerdote.
13 Hizo también que los hijos de Aarón se acercaran, y los vistió con las túnicas, les ajustó los cinturones y les puso los turbantes, tal como el Señor se lo había ordenado.
14 Después Moisés mandó traer el becerro que se sacrifica por el pecado, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del becerro.
15 Entonces Moisés lo degolló y, tomando sangre con sus dedos, untó con ella los cuernos alrededor del altar, para purificarlo, y la sangre restante la derramó al pie del altar. Así el altar quedó consagrado para obtener allí el perdón de los pecados.
16 Después Moisés tomó toda la grasa que cubre las vísceras, la parte grasa que está sobre el hígado, y los dos riñones con su grasa, y lo quemó todo sobre el altar;
17 pero al resto del becerro, es decir, a su piel, carne y desechos, les prendió fuego fuera del campamento, tal como el Señor se lo había ordenado.