36-37 En cuanto a los hombres que Moisés había enviado a explorar el país y que al volver dieron tan malos informes, haciendo que la gente murmurara, el Señor los hizo caer muertos.
38 De todos ellos, solo Josué y Caleb quedaron con vida.
39 Cuando Moisés contó a los israelitas lo que el Señor había dicho, todos ellos se pusieron muy tristes.
40 A la mañana siguiente se levantaron temprano, subieron a la parte alta de la región montañosa y dijeron:–¡Ya estamos aquí! Vayamos al lugar que el Señor nos ha prometido, pues en verdad hemos pecado.
41 Pero Moisés les dijo:–¿Por qué desobedecéis las órdenes del Señor? ¡Ese intento va a fracasar!
42 No sigáis adelante, porque el Señor no está con vosotros. Vuestros enemigos os van a derrotar.
43 Allá delante os esperan los amalecitas y los cananeos, para pelear con vosotros y mataros. Y puesto que habéis abandonado al Señor, él ya no está con vosotros.