6 Yo separé a tus hermanos los levitas de los demás israelitas para dároslos a vosotros, a fin de que sirvan en los oficios de la tienda del encuentro;
7 pero solamente tú y tus hijos podréis desempeñar las funciones sacerdotales relacionadas con el altar o que se realizan tras el velo. Este oficio os corresponde a vosotros, pues yo os he dado el derecho de ejercer las funciones sacerdotales. Si alguien oficia como sacerdote, sin serlo, será condenado a muerte.”
8 El Señor dijo a Aarón:“Yo he puesto bajo tu cuidado las ofrendas que se me hacen. Todas las ofrendas sagradas que los israelitas me hacen, os las doy a ti y a tus hijos como la parte que os corresponde; esta será una norma para siempre.
9 De los sacrificios que se queman, te tocarán a ti todas las ofrendas de cereales y los sacrificios por el pecado o por la culpa que me ofrezcan los israelitas; todas estas ofrendas sagradas serán para ti y para tus hijos.
10 Todo varón de entre vosotros podrá comer de estas ofrendas, pero habrá de comerlas en un lugar consagrado, pues son sagradas.
11 “También te doy a ti, y a tus hijos e hijas que aún vivan contigo, las ofrendas especiales que los israelitas me presenten. Esta será una ley permanente. Cualquier persona de tu familia que esté ritualmente pura, podrá comerlas.
12 También te doy los primeros frutos que los israelitas me traen cada año: lo mejor del aceite, y lo mejor del vino y del trigo.