5 Moisés ordenó entonces a los jueces israelitas:–Cada uno de vosotros matará a los hombres de su tribu que se dejaron arrastrar al culto de Baal-peor.
6 Pero un israelita llevó a su casa a una mujer madianita, a la vista de Moisés y de todos los israelitas reunidos, mientras ellos se encontraban llorando a la entrada de la tienda del encuentro.
7 Al ver esto, Finees, hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, se apartó de los israelitas reunidos, empuñó una lanza
8 y se fue tras aquel israelita, hasta su alcoba, y allí atravesó por el estómago al israelita y a la mujer. Así se terminó la plaga que estaba haciendo morir a los israelitas,
9 por causa de la cual ya habían muerto veinticuatro mil de ellos.
10 Entonces el Señor se dirigió a Moisés y le dijo:
11 –Finees ha hecho que se calme mi ira contra los israelitas, porque él ha tenido el mismo celo que yo tengo por ellos. Por eso no me he dejado llevar del celo y no terminé con ellos.