8 A los descendientes de Merarí les dio cuatro carretas y ocho bueyes, que era lo que necesitaban para realizar su trabajo bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.
9 En cambio, a los descendientes de Quehat no les dio carretas ni bueyes, porque las cosas sagradas que ellos tenían que transportar debían llevarlas a hombros.
10 Cuando se consagró el altar, los jefes de las tribus llevaron sus ofrendas y las pusieron delante del altar.
11 Entonces el Señor dijo a Moisés: “Cada día será un jefe de tribu distinto el que lleve su ofrenda para la consagración del altar.”
12 El primer día llevó su ofrenda Nahasón, hijo de Aminadab, de la tribu de Judá.
13 Su ofrenda consistía en una bandeja de plata que pesaba mil cuatrocientos treinta gramos y un tazón de plata que pesaba setecientos setenta gramos (según el peso oficial del santuario), ambos llenos de la mejor harina, amasada con aceite, para la ofrenda de cereales;
14 además, un cucharón de oro que pesaba ciento diez gramos, lleno de incienso,