2 No escuchó la voz del Señorni aceptó ser corregida.No confió en él:no recurrió a su Dios.
3 Sus jefes son como leones que rugen;sus jueces, como lobos del desiertoque no dejan ni un hueso para la mañana.
4 Sus profetas son insolentes, traidores;sus sacerdotes profanan el santuarioy violan la ley del Señor.
5 Pero el Señor está en la ciudad;él hace lo bueno, no lo malo.Cada mañana, sin falta, establece su juicio.En cambio, el maloni siquiera conoce la vergüenza.
6 Dice el Señor:“He destruido naciones,he arrasado las torres de sus murallasy he dejado desiertas sus calles,sin gente que pase por ellas.¡En sus ciudades solitariasno queda un solo habitante!
7 Pensé: ‘Así Jerusalén me temeráy aceptará que la corrija;así no quedará destruido su hogarpor haberla yo castigado.’Pero ellos se apresuraron a cometertoda clase de maldades.
8 Por eso, esperadme el díaen que me levante a hablar en contra vuestra.Yo, el Señor, lo afirmo:He decidido reunir las naciones y los reinospara descargar sobre ellos mi enojo,mi ardiente ira.¡Toda la tierra quedará destruidapor el fuego de mi furor!