19 pero en la iglesia prefiero decir cinco palabras que se entiendan y sirvan para enseñar a otros, que decir diez mil palabras en lengua extraña.
20 Hermanos, no penséis como niños. Sed como niños en cuanto al mal, pero adultos en vuestro modo de pensar.
21 En el libro de la ley está escrito esto que dice el Señor:“Hablaré a esta naciónen lenguas extrañas y por boca de extranjeros,pero ni aun así me harán caso.”
22 De modo que el hablar en lenguas es una señal para los incrédulos, no para los creyentes; pero el comunicar mensajes proféticos es una señal para los creyentes, no para los incrédulos.
23 Porque cuando la iglesia se encuentra reunida, si todos están hablando en lenguas y entra un simple oyente, o un incrédulo, pensará que os habéis vuelto locos.
24 En cambio, si todos están comunicando mensajes proféticos y entra un incrédulo, o un simple oyente, se convencerá de su pecado y se examinará a sí mismo al oir lo que todos dicen.
25 Así quedará al descubierto lo más profundo de su corazón, y adorará de rodillas a Dios y reconocerá que Dios está verdaderamente entre vosotros.