9 Lo mismo sucede con vosotros: si no usáis vuestra lengua para pronunciar palabras que se puedan entender, ¿cómo va a saberse lo que estáis diciendo? ¡Estaréis hablando a las paredes!
10 Hay muchos idiomas en el mundo, y ciertamente todos tienen sentido;
11 pero si no conozco el significado de las palabras seré un extranjero para el que me habla, y él será un extranjero para mí.
12 Por eso, ya que ambicionáis dones del Espíritu, procurad poseer en abundancia aquellos que ayudan a la edificación de la iglesia.
13 Por lo tanto, el que habla en lengua extraña pídale a Dios que le conceda también el don de interpretarla;
14 pues si yo oro en una lengua extraña, ciertamente estoy orando con mi espíritu, pero mi entendimiento no participa.
15 ¿Qué, pues, debo hacer? Debo orar con el espíritu, pero también con el entendimiento; debo cantar con el espíritu, pero también con el entendimiento.