16 Por eso, Dios tuvo misericordia de mí, para que Jesucristo mostrara en mí el primero toda su paciencia. Así yo vine a ser ejemplo para aquellos que por creer en él obtendrán la vida eterna.
17 ¡Honor y gloria por siempre al Rey eterno, al inmortal, invisible y único Dios! Amén.
18-19 Timoteo, hijo mío, te doy este encargo para que pelees la buena batalla con fe y buena conciencia, conforme a lo que antes dijeron los hermanos que hablaron de ti en nombre de Dios. Algunos, por no haber hecho caso a su conciencia, han fracasado en su fe.
20 Esto les ha pasado a Himeneo y Alejandro, a quienes he entregado a Satanás para que aprendan a no ofender a Dios con sus palabras.