2 que no cambiéis fácilmente de manera de pensar ni os dejéis asustar por ningún mensaje espiritual, discurso o carta que recibáis, como si fuera nuestra, diciendo que el día del Señor ya ha llegado.
3 No os dejéis engañar de ninguna manera. Pues antes de aquel día tiene que venir la rebelión contra Dios, cuando aparezca el hombre malvado, el que está condenado a destrucción.
4 Este es el enemigo que se levanta contra todo lo que lleva el nombre de Dios o merece ser adorado, y llega incluso a instalar su trono en el templo de Dios, haciéndose pasar por Dios.
5 ¿No recordáis que ya os hablaba de esto mientras estaba aún entre vosotros?
6 Y ahora sabéis qué es lo que le detiene, para que no aparezca antes de su debido tiempo.
7 Pues el plan secreto de la maldad ya está en marcha; solo falta que sea quitado de en medio el que ahora le está deteniendo.
8 Entonces aparecerá aquel malvado, a quien el Señor Jesús matará con el soplo de su boca y destruirá cuando regrese en todo su esplendor.