3 Gritó con fuerte voz, como un león que ruge; y al gritar, siete truenos dejaron oir sus propias voces.
4 Después que los siete truenos hablaron, iba yo a escribir, pero oí una voz del cielo, que me decía: “Guarda en secreto lo que dijeron los siete truenos y no lo escribas.”
5 Entonces el ángel que yo había visto en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó al cielo su mano derecha
6 y juró por el que vive para siempre, por el que creó el cielo, la tierra, el mar y todas las cosas que hay en ellos. Dijo: “Ya no habrá más demora.
7 Cuando llegue el tiempo en que el séptimo ángel toque su trompeta, se cumplirá el plan secreto de Dios, como él anunció a sus propios siervos los profetas.”
8 La voz que yo había oído, y que salía del cielo, volvió a hablarme diciendo: “Ve y toma el rollo abierto que tiene en la mano el ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra.”
9 Fui al ángel y le pedí que me diera el pequeño rollo, y me contestó: “Toma y cómetelo. En tu boca será dulce como la miel, pero en tu estómago se volverá amargo.”