20 El monstruo fue apresado, junto con el falso profeta que había hecho señales milagrosas en su presencia. Con esas señales, el falso profeta había engañado a los que se dejaron poner la marca del monstruo y adoraron su imagen. Entonces el monstruo y el falso profeta fueron arrojados vivos al lago de fuego, donde arde el azufre.