11 La ciudad brillaba con el resplandor de Dios; su brillo parecía el de una piedra preciosa, el de una piedra de jaspe, transparente como el cristal.
12 A su alrededor se alzaba una muralla grande y alta, con doce puertas. En cada una de las puertas había un ángel, y en ellas estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel.
13 Tres puertas daban al este, tres al norte, tres al sur y tres al oeste.
14 La muralla de la ciudad tenía por cimientos doce piedras, en las que estaban escritos los nombres de los doce apóstoles del Cordero.
15 El ángel que hablaba conmigo llevaba una vara de oro para medir la ciudad, sus puertas y su muralla.
16 La ciudad era cuadrada: su largo igual a su ancho. El ángel midió con su vara la ciudad: medía dos mil doscientos kilómetros; su largo, su alto y su ancho eran iguales.
17 Luego midió la muralla: medía sesenta y cinco metros, según las medidas humanas usadas por el ángel.