10 El tercer ángel tocó su trompeta, y una gran estrella, ardiendo como una antorcha, cayó del cielo sobre la tercera parte de los ríos, y sobre los manantiales.
11 La estrella se llamaba Ajenjo; y la tercera parte de las aguas se volvió amarga, y a causa de aquellas aguas amargas murió mucha gente.
12 El cuarto ángel tocó su trompeta, y fue dañada la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas. De modo que una tercera parte de ellos quedó oscurecida, y no dieron su luz durante la tercera parte del día ni de la noche.
13 Luego miré, y oí a un águila que volaba por lo alto del cielo y decía con fuerte voz: “¡Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra cuando suenen las trompetas que van a tocar los otros tres ángeles!”