17 Todo esto no es sino la sombra de lo que ha de venir, pero la realidad misma es Cristo.
18 No dejéis que os condenen esos que se hacen pasar por muy humildes y que dan culto a los ángeles, que pretenden tener visiones y que se hinchan de orgullo a causa de sus pensamientos mundanos.
19 Ellos no están unidos a la cabeza, la cual hace crecer todo el cuerpo al alimentarlo y unir cada una de sus partes conforme al plan de Dios.
20 Vosotros habéis muerto con Cristo y ya no estáis sujetos a los poderes que dominan este mundo. ¿Por qué, pues, vivís como si todavía fuerais del mundo, sometidos a normas tales
21 como: “No toques eso”, “No comas aquello” o “No lo tomes en tus manos”?
22 Todas estas reglas tienen que ver con cosas que se desgastan con el uso, que solo son mandatos y enseñanzas de hombres.
23 Es verdad que tales cosas pueden parecer sabias, porque exigen cierta religiosidad, humildad y duro trato del cuerpo, pero de nada sirven para combatir los deseos mundanos.