20 Cuando todavía erais esclavos del pecado no estabais al servicio de una vida de justicia.
21 ¿Pero qué provecho sacasteis de aquellas cosas que ahora os avergüenzan, y que no llevan sino a la muerte?
22 Ahora, en cambio, libres de la esclavitud del pecado habéis entrado al servicio de Dios. Y el provechoso resultado de esto es vuestra santificación, y finalmente la vida eterna.
23 El pago que da el pecado es la muerte, pero el don de Dios es vida eterna en unión con Cristo Jesús, nuestro Señor.