Romanos 8:32 DHHED

32 Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas?

Leer capítulo completo Romanos 8

Ver Romanos 8:32 en contexto