16 si uno de vosotros les dice: “Que os vaya bien; abrigaos y comed cuanto queráis”, pero no les da lo que su cuerpo necesita, ¿de qué les sirve?
17 Así pasa con la fe: por sí sola, es decir, si no se demuestra con hechos, es una cosa muerta.
18 Tal vez alguien dirá: “Tú tienes fe y yo tengo hechos. Muéstrame tu fe sin hechos y yo te mostraré mi fe por mis hechos.”
19 Tú crees que hay un solo Dios, y en eso haces bien; pero también los demonios lo creen y tiemblan de miedo.
20 No seas tonto; reconoce que si la fe no va acompañada de hechos, es una fe inútil.
21 Dios aceptó como justo a Abraham, nuestro antepasado, por lo que hizo cuando ofreció en sacrificio a su hijo Isaac.
22 Y ya ves que, en el caso de Abraham, su fe se demostró con hechos, y que por sus hechos llegó a ser perfecta su fe.