4 ¡Oh, gente infiel!, ¿no sabéis que ser amigos del mundo es ser enemigos de Dios? Cualquiera que decide ser amigo del mundo, se vuelve enemigo de Dios.
5 Por algo dice la Escritura: “Dios ama celosamente el espíritu que ha puesto dentro de nosotros.”
6 Pero Dios nos ayuda más con su bondad, pues la Escritura dice: “Dios se opone a los orgullosos, pero trata con bondad a los humildes”.
7 Someteos, pues, a Dios. Resistid al diablo, y este huirá de vosotros.
8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. ¡Limpiaos las manos, pecadores! ¡Purificad vuestro corazón, vosotros que queréis amar a Dios y al mundo a la vez!
9 ¡Afligíos, llorad y lamentaos! ¡Que vuestra risa se convierta en lágrimas y vuestra alegría en tristeza!
10 Humillaos ante el Señor y él os enaltecerá.