11 pues debes saber que se ha pervertido y que su mismo pecado le está condenando.
12 Cuando te mande a Artemas o a Tíquico, haz lo posible por ir a verme a Nicópolis, porque he decidido pasar allí el invierno.
13 Ayuda en todo lo que puedas al abogado Zenas, y a Apolos, dándoles lo necesario para su viaje y para que no les falte nada.
14 Y que los nuestros aprendan también a hacer el bien y a ayudar en casos de necesidad, para que su vida sea útil.
15 Todos los que están conmigo te mandan saludos. Saluda a nuestros queridos amigos en la fe. Que Dios derrame su gracia sobre todos vosotros.