36 ¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel,por toda la eternidad!»Y todo el pueblo respondió: «¡Amén!», y alabó al Señor.
37 Así pues, David dejó allí delante del arca de la alianza del Señor a Asaf y sus colegas para que sirvieran continuamente según se necesitara cada día.
38 También dejó a Obed-edom y sus colegas, sesenta y ocho personas, con Obed-edom, hijo de Jedutún, y Hosá, como porteros.
39 Y a Sadoc y a sus colegas sacerdotes los dejó ante la tienda del Señor, en el santuario de Gabaón,
40 para que ofrecieran continuamente holocaustos al Señor en el altar destinado a ellos, por la mañana y por la tarde, exactamente como está escrito en la ley del Señor, que él dejó como mandato a Israel.
41 También dejó con ellos a Hemán, a Jedutún y al resto de los que fueron escogidos y designados por nombre para cantar: «Den gracias al Señor, porque su amor es eterno.»
42 Éstos tocaban trompetas, platillos y otros instrumentos musicales, con los que acompañaban los cantos a Dios. Los hijos de Jedutún estaban encargados de la puerta.