17 Ella le respondió:—Su Majestad me juró por el Señor su Dios, que mi hijo Salomón reinaría después de Su Majestad, y que subiría al trono.
18 Pero sucede que Adonías se ha proclamado rey, y Su Majestad no lo sabe.
19 Ha matado toros y becerros y muchas ovejas, y ha invitado a los hijos de Su Majestad; también ha invitado al sacerdote Abiatar y a Joab, general del ejército, pero no ha invitado a Salomón, servidor de Su Majestad.
20 Ahora bien, señor, todo Israel está pendiente de que Su Majestad diga quién habrá de reinar después de Su Majestad.
21 De lo contrario, cuando Su Majestad muera, mi hijo Salomón y yo seremos condenados a muerte.
22 Mientras ella hablaba con el rey, llegó el profeta Natán,
23 y se lo hicieron saber al rey. Cuando el profeta se presentó ante el rey, se inclinó delante de él hasta tocar el suelo con la frente,