34 Entonces Benaías fue y mató a Joab. Y Joab fue enterrado en su casa, en el desierto.
35 Luego el rey puso a Benaías al mando del ejército en lugar de Joab, y al sacerdote Sadoc en lugar de Abiatar.
36 Después mandó llamar a Simí, y le ordenó:—Constrúyete una casa en Jerusalén, para que vivas allí. Pero no salgas de allí a ninguna parte,
37 porque el día que salgas y cruces el arroyo Cedrón, ten la seguridad de que morirás, y tú tendrás la culpa.
38 Simí respondió al rey:—Está bien. Haré lo que ha ordenado Su Majestad.Simí vivió mucho tiempo en Jerusalén.
39 Pero al cabo de tres años, dos esclavos suyos se escaparon y se fueron a vivir con Aquís, hijo de Maacá, que era rey de Gat. Cuando le avisaron a Simí que sus dos esclavos estaban en Gat,
40 se levantó y aparejó su asno y se fue a Gat, donde estaba Aquís, en busca de sus esclavos. Cuando ya Simí regresaba de Gat con sus esclavos,