15 Después de esto, Samuel se acostó hasta la mañana siguiente, y entonces abrió las puertas del templo del Señor. Samuel tenía miedo de contarle a Elí la visión que había tenido,
16 pero Elí lo llamó y le dijo:—¡Samuel, hijo mío!—Aquí estoy —respondió él.
17 Y Elí le preguntó:—¿Qué es lo que te ha dicho el Señor? Te ruego que no me ocultes nada. ¡Que Dios te castigue duramente si me ocultas algo de todo lo que él te ha dicho!
18 Samuel le declaró todo el asunto, sin ocultarle nada, y Elí exclamó:—¡Él es el Señor! ¡Hágase lo que a él le parezca mejor!
19 Samuel creció, y el Señor lo ayudó y no dejó de cumplir ninguna de sus promesas.
20 Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, reconoció que Samuel era un verdadero profeta del Señor.
21 Y el Señor volvió a revelarse en Siló, pues allí era donde él daba a conocer a Samuel su mensaje;