2 Macabeos 1:18-24 DHHD

18 »Como estamos para celebrar la purificación del templo el día veinticinco del mes de Quisleu, hemos juzgado conveniente escribirles, para recomendarles que también ustedes celebren la fiesta de las Enramadas, en honor del fuego que apareció cuando Nehemías, después de reconstruir el templo y el altar, ofreció sacrificios.

19 Pues cuando nuestros antepasados fueron llevados a Persia, los piadosos sacerdotes que había entonces tomaron el fuego del altar y lo escondieron en una cisterna sin agua; allí lo guardaron tan bien que nadie conoció el lugar.

20 Pasados muchos años, en el momento dispuesto por Dios, Nehemías fue enviado a Judea por el rey de Persia, y mandó a los descendientes de los sacerdotes que habían escondido el fuego, a que lo buscaran. Pero ellos informaron que no habían encontrado el fuego, sino un líquido espeso. Nehemías les mandó sacar de aquel líquido y llevárselo.

21 Cuando todo estaba listo para el sacrificio, Nehemías ordenó a los sacerdotes que rociaran con ese líquido la leña y lo que estaba colocado sobre ella.

22 Así se hizo, y al cabo de un rato brilló el sol, que había estado oculto por una nube; entonces se encendió un gran fuego, que causó la admiración de todos.

23 Mientras se consumía el sacrificio, los sacerdotes oraban, y a los sacerdotes se unieron todos los demás. Jonatán comenzaba la oración, y los demás, con Nehemías a la cabeza, respondían.

24 La oración era: “Señor, Señor y Dios, creador de todas las cosas, temible y fuerte, justo y compasivo, el único Rey, el único bienhechor,