25 el único generoso, el único justo, todopoderoso y eterno, que salvas a Israel de toda calamidad, que escogiste a nuestros antepasados y los consagraste a ti:
26 acepta este sacrificio que te ofrecemos en favor de todo Israel. Él es el pueblo de tu propiedad: protégelo y conságralo a ti.
27 Reúne a aquellos de nosotros que están desterrados, da libertad a los que están en esclavitud en medio de las naciones paganas, y mira con bondad a los despreciados y odiados, para que las naciones paganas reconozcan que sólo tú eres nuestro Dios.
28 Castiga a los que nos oprimen y nos insultan con insolencia,
29 y arraiga a tu pueblo en la tierra consagrada a ti, como lo dijo Moisés.”
30 »Mientras tanto, los sacerdotes cantaban los salmos.
31 Cuando se consumió el sacrificio, Nehemías ordenó que el líquido sobrante lo derramaran encima de unas grandes piedras.