13 Judas atacó también a Caspín, ciudad fortificada, rodeada de terraplenes y murallas, y habitada por gente de diversas naciones.
14 Los habitantes, confiados en la fortaleza de sus murallas y en su provisión de víveres, se mostraron insolentes contra Judas y sus soldados; los insultaban, y además injuriaban a Dios y decían palabras horribles.
15 Judas y sus soldados invocaron al Señor, soberano de todo el universo, que sin aparatos ni máquinas de guerra destruyó Jericó en tiempos de Josué, y con violencia salvaje se lanzaron contra las murallas.
16 Dios quiso que tomaran aquella ciudad, en la que hicieron una matanza espantosa, a tal punto que el estanque vecino, que tiene trescientos sesenta metros de ancho, aparecía lleno de la sangre derramada.
17 Alejándose de allí ciento treinta y cinco kilómetros, llegaron a la ciudad de Cárax, donde viven los judíos llamados tubianos.
18 No encontraron allí a Timoteo, pues se había ido de aquella región sin alcanzar éxito alguno; pero había dejado en algún lugar una guarnición bastante fuerte.
19 Entonces Dositeo y Sosípatro, generales de Macabeo, marcharon contra la guarnición y mataron a los hombres que Timoteo había dejado en la fortaleza, que eran más de diez mil.