27 tanto como el trabajo de quien prepara un banquete y quiere agradar a los demás. Por nuestra parte, para ser útiles a todos, soportaremos gustosamente la fatiga.
28 Dejaremos al historiador la discusión minuciosa de los detalles, para concretarnos a seguir las normas del resumen.
29 De la misma manera que el arquitecto de una casa nueva se preocupa de todo el edificio, mientras que a los pintores y decoradores les toca lo referente a la ornamentación, así nos parece que debe ser nuestra tarea:
30 al autor original de una historia le corresponde profundizar en la materia, tratar extensamente los temas, descender a los detalles;
31 pero el que hace un resumen debe ser breve en la expresión y no tratar de hacer una exposición completa de los hechos.
32 Comencemos, pues, nuestra narración, sin añadir más cosas a lo que ya hemos dicho; porque sería absurdo alargarnos en la introducción y luego acortar la historia misma.