11 Renunció a los privilegios que bondadosamente los reyes habían concedido a los judíos por intercesión de Juan, el padre de Eupólemo. Este Eupólemo es el mismo que fue enviado a hacer un tratado de amistad y pacto con los romanos. Jasón suprimió además las costumbres conformes con la ley e introdujo otras contrarias a ella.
12 Se apresuró a construir un gimnasio al pie de la ciudadela, e hizo que los jóvenes más sobresalientes se dedicaran a los ejercicios del gimnasio.
13 La extremada maldad del impío y falso sumo sacerdote Jasón hizo que por todas partes se propagara la manera griega de vivir, y que aumentara el deseo de imitar lo extranjero.
14 Así, los sacerdotes dejaron de mostrar interés por el servicio del altar, y ellos mismos, despreciando el templo y descuidando los sacrificios, en cuanto sonaba la señal se apresuraban a ayudar a los luchadores a entrenarse en los ejercicios prohibidos por la ley.
15 Despreciaban por completo los honores de la propia patria, y estimaban en sumo grado las glorias de los griegos.
16 Pero precisamente por eso se vieron en una situación difícil: aquellos mismos a quienes se propusieron seguir y copiar en todo, fueron después sus enemigos y verdugos.
17 Porque la violación de las leyes divinas no queda sin castigo, como lo demuestra la historia que sigue.