5 y el altar se veía lleno de animales que la ley prohibía ofrecer.
6 No se podía observar el sábado, ni celebrar las fiestas tradicionales, ni siquiera declararse judío.
7 A la fuerza se veía la gente obligada a comer de los animales que cada mes se ofrecían en sacrificio para celebrar el día del nacimiento del rey. Cuando llegaba la fiesta del dios Baco, se obligaba a la gente a tomar parte en la procesión, con la cabeza coronada de ramas de hiedra.
8 Por instigación de los habitantes de la ciudad de Tolemaida, se expidió un decreto para que en las ciudades griegas vecinas se observara la misma conducta contra los judíos y se les obligara a tomar parte en la comida de los animales ofrecidos en sacrificio;
9 los que no aceptaran las costumbres griegas serían degollados. Todo esto hacía prever la calamidad que se aproximaba.
10 Así, por ejemplo, dos mujeres fueron llevadas al tribunal por haber hecho circuncidar a sus hijos; después de conducirlas públicamente por la ciudad, con los niños colgados de los pechos, las arrojaron desde lo alto de la muralla.
11 Otros, que se habían reunido en cavernas cercanas para celebrar a escondidas el sábado, habiendo sido denunciados ante Filipo, fueron quemados todos juntos, pues por respeto al sábado no quisieron defenderse.