2 Tenía entonces veinticinco años de edad, y reinó en Jerusalén veintinueve años. Su madre se llamaba Abí, y era hija de Zacarías.
3 Los hechos de Ezequías fueron rectos a los ojos del Señor, como todos los de su antepasado David.
4 Él fue quien quitó los santuarios paganos, hizo pedazos las piedras sagradas, rompió las representaciones de Aserá y destrozó la serpiente de bronce que Moisés había hecho y a la que hasta entonces los israelitas quemaban incienso y llamaban Nehustán.
5 Ezequías puso su confianza en el Señor, el Dios de Israel. Entre todos los reyes de Judá que hubo antes o después de él, no hubo ninguno como él.
6 Permaneció fiel al Señor y nunca se apartó de él, sino que cumplió los mandamientos que el Señor había ordenado a Moisés.
7 Por eso el Señor le favorecía y le hacía tener éxito en todo lo que emprendía.Ezequías se rebeló contra el rey de Asiria y se negó a someterse a él.
8 Además derrotó a los filisteos hasta Gaza y sus fronteras, desde las torres de vigilancia hasta las ciudades fortificadas.