8 Pero, ¿por qué camino atacaremos?» Y Joram contestó: «Por el camino del desierto de Edom.»
9 Así pues, los reyes de Israel, Judá y Edom se pusieron en marcha. Pero como tuvieron que dar un rodeo de siete días, se les terminó el agua para el ejército y sus animales.
10 Entonces dijo el rey de Israel:—¡Vaya! Parece que el Señor nos ha traído a nosotros, los tres reyes, para entregarnos en manos de los moabitas.
11 Y Josafat preguntó:—¿No hay por aquí algún profeta del Señor, para que consultemos al Señor por medio de él?Uno de los oficiales del rey de Israel dijo:—Aquí está Eliseo, hijo de Safat, que era asistente de Elías.
12 —Pues tendrá algo que decir de parte del Señor —contestó Josafat.Inmediatamente el rey de Israel, Josafat y el rey de Edom fueron a ver a Eliseo;
13 pero Eliseo dijo al rey de Israel:—¿Qué tengo yo que ver contigo? Ve a consultar a los profetas de tus padres.El rey de Israel insistió:—No, porque el Señor nos ha traído para que los tres reyes caigamos en manos de los moabitas.
14 Entonces Eliseo le dijo:—Juro por el Señor todopoderoso, que me está viendo, que si no fuera porque respeto a Josafat, rey de Judá, no te prestaría yo atención ni te miraría siquiera.