1 Cierta mujer, que había sido esposa de uno de los profetas, fue a quejarse a Eliseo, diciéndole:—Mi marido ha muerto, y usted sabe que él honraba al Señor. Ahora el prestamista ha venido y quiere llevarse a mis dos hijos como esclavos.
2 Eliseo le preguntó:—¿Qué puedo hacer por ti? Dime qué tienes en casa.Ella le contestó:—Esta servidora de usted no tiene nada en casa, excepto un jarrito de aceite.
3 Entonces Eliseo le dijo:—Pues ve ahora y pide prestados a tus vecinos algunos jarros, ¡todos los jarros vacíos que puedas conseguir!
4 Luego métete en tu casa con tus hijos, cierra la puerta y ve llenando de aceite todos los jarros y poniendo aparte los llenos.