5 Pero ocurrió que, al cortar uno un tronco, el hacha se le cayó al agua. Entonces gritó:—¡Ay, maestro! ¡Esa hacha era prestada!
6 —¿Dónde cayó? —le preguntó el profeta.El otro señaló el lugar. Entonces Eliseo cortó un palo, lo arrojó allí e hizo que el hacha saliera a flote.
7 —Recógela —ordenó Eliseo.El otro extendió la mano y recogió el hacha.
8 El rey de Siria estaba en guerra con Israel, y en un consejo que celebró con sus oficiales, dijo en qué lugares planeaba acampar.
9 Entonces Eliseo mandó decir al rey de Israel que procurara no pasar por aquellos lugares, porque los sirios iban hacia allá.
10 De esa manera el rey de Israel envió su ejército al lugar que el profeta le había dicho al prevenirlo, y así se salvó en varias ocasiones.
11 El rey de Siria estaba muy confuso por ese motivo, así que llamó a sus oficiales y les dijo:—¡Díganme quién de los nuestros está de parte del rey de Israel!