11 Por eso Hiram, rey de Tiro, envió sus embajadores a David, además de carpinteros y canteros, los cuales llevaron madera de cedro y construyeron el palacio de David.
12 Entonces David comprendió que el Señor lo había confirmado como rey de Israel, y que había hecho prosperar su reinado en atención a su pueblo Israel.
13 Después de haberse trasladado de Hebrón a Jerusalén, David tomó allí más esposas y concubinas, las cuales le dieron más hijos e hijas.
14 Los hijos que le nacieron en Jerusalén se llamaban: Samúa, Sobab, Natán, Salomón,
15 Ibhar, Elisúa, Néfeg, Jafía,
16 Elisamá, Eliadá y Elifélet.
17 Cuando los filisteos supieron que David había sido consagrado como rey de Israel, se lanzaron todos en busca suya; pero David lo supo y se retiró a la fortaleza.