14 ¡Escucha, Señor, nuestras oraciones y súplicas! Por tu propio honor, líbranos; haz que los que nos han traído al destierro nos traten con bondad,
15 para que todos en la tierra sepan que tú eres el Señor nuestro Dios, y que Israel y sus descendientes llevan tu nombre.
16 Míranos, Señor, desde el lugar santo en que vives, y ocúpate de nosotros; inclina tu oído y escúchanos;
17 abre tus ojos y mira. No son, Señor, los que ya están en el reino de la muerte, cuyos cuerpos han quedado sin vida, quienes te honran y celebran tu justicia.
18 Son, Señor, los que están vivos pero afligidos en extremo, los que caminan encorvados y sin fuerzas, con la mirada debilitada por el hambre, quienes te honran y celebran tu justicia.
19 »”Señor, Dios nuestro, no te presentamos nuestra súplica por los méritos de nuestros antepasados y de nuestros reyes.
20 Tú nos castigaste con ira y enojo, como lo habías anunciado por medio de tus siervos los profetas al decir: