30 Pues sé que no van a obedecerme, porque son un pueblo terco. Pero cuando estén desterrados, entonces reflexionarán
31 y reconocerán que yo soy el Señor su Dios. Yo les daré inteligencia y oídos para escuchar,
32 y en el sitio en que estén desterrados me alabarán y se acordarán de mí.
33 Dejarán su terquedad y su mala conducta, al acordarse de lo que sucedió a sus antepasados que pecaron contra mí, el Señor.
34 Entonces yo haré que regresen a su país, el país que con juramento había prometido a Abraham, Isaac y Jacob, sus antepasados, y volverán a ser dueños de él. Yo haré que se multipliquen y que no disminuyan.
35 Yo haré con ellos una alianza eterna y me comprometeré a ser su Dios y a que ellos sean mi pueblo, y no volveré a hacer salir a mi pueblo Israel del país que les di.