15 Pasados los diez días, el aspecto de ellos era más sano y más fuerte que el de todos los jóvenes que comían de la comida del rey.
16 Así pues, el mayordomo se llevaba la comida y el vino que ellos tenían que comer y beber, y les servía legumbres.
17 A estos cuatro jóvenes, Dios les dio inteligencia y entendimiento para comprender toda clase de libros y toda ciencia. Daniel entendía además el significado de toda clase de visiones y sueños.
18 Al cumplirse el plazo que el rey había señalado para que le fueran presentados los jóvenes, el jefe del servicio de palacio los llevó a su presencia.
19 El rey habló con ellos y, entre todos los jóvenes, no encontró ni uno solo que pudiera compararse con Daniel, Ananías, Misael y Azarías, quienes, por lo tanto, quedaron al servicio del rey.
20 En todos los asuntos que requerían sabiduría e inteligencia, y sobre los cuales les preguntó el rey, los encontró diez veces más sabios que todos los magos y adivinos que había en su reino.
21 Y Daniel se quedó allí hasta el primer año del reinado de Ciro.