8 Por último se presentó Daniel, llamado también Beltsasar en honor a mi dios, y cuya vida está guiada por el espíritu del Dios santo, y le conté mi sueño de la siguiente manera:
9 “Beltsasar, jefe de los adivinos, yo sé que el espíritu del Dios santo te guía, y que conoces todos los misterios. Escucha, pues, lo que he visto en mi sueño, y dime lo que significa.
10 Éstas son las visiones que tuve mientras estaba acostado:»”‘En medio de la tierra había un árbol muy alto.
11 El árbol creció y se hizo muy grueso;su copa tocaba el cielo, y se le podía verdesde los puntos más lejanos de la tierra.
12 Eran tan hermosas sus hojasy tan abundante su fruto,que bastaba para alimentar a todos.Las bestias del campo se ponían a su sombra,en sus ramas hacían nidos las avesy la vida de todo el mundo dependía de él.’
13 »”De repente vi en mis visiones un ángel centinela que bajaba del cielo,
14 y que en voz alta decía:»”‘Echen abajo el árbol, córtenle las ramas,quítenle las hojas, esparzan sus frutos.Que huyan las bestias que están bajo su sombray las aves que están en sus ramas.