35 [18] hoy mismo las esposas de los jefes persas y medos sabrán lo que ella le dijo al rey, y se atreverán a faltar al respeto a sus maridos.
36 [19] Por lo tanto, si a Su Majestad le parece bien, publíquese el siguiente decreto real, y quede registrado entre las leyes de los persas y los medos, pues no hay otra cosa que hacer: «La reina no podrá presentarse nunca más delante del rey.» Y que el rey dé el título de reina a otra mujer más digna.
37 [20] El decreto real deberá publicarse por todo el reino, y así todas las mujeres respetarán a sus maridos, sean éstos pobres o ricos.
38 [21] La idea de Muqueo les pareció bien al rey y a los miembros del consejo real, y el rey la puso en práctica.
39 [22] Envió cartas a todas las provincias de su reino, escritas en la lengua de cada provincia, ordenando en ellas que todo marido fuera respetado en su casa.