8 [3e] Las naciones son aquellos que se juntaron para destruir a los judíos.
9 [3f] Mi nación son los israelitas, que elevaron su voz a Dios y fueron salvados. Verdaderamente, el Señor ha salvado a su pueblo; el Señor nos ha librado de todos estos males, haciendo grandes milagros y prodigios, como nunca se han visto entre las otras naciones.
10 [3g] Porque Dios preparó dos suertes, una para su pueblo y otra para las demás naciones.
11 [3h] Después vino el día, la hora y el momento en que estas dos suertes debían ser sacadas, cuando Dios iba a juzgar a todas las naciones.
12 [3i] Y Dios se acordó de su pueblo, de Israel, que es su propiedad, y le hizo justicia.
13 [3j] Por eso los israelitas celebrarán los días catorce y quince del mes de Adar reuniéndose con alegría y gozo delante de Dios. Y así se hará siempre, por todas las generaciones, en Israel, el pueblo de Dios.»
14 [3k] En el año cuarto del reinado de Tolomeo y Cleopatra, Dositeo, que afirmó ser sacerdote de la tribu de Leví, y Tolomeo su hijo, trajeron la citada carta acerca de la fiesta de Purim. Afirmaron que era auténtica y que la había traducido Lisímaco, hijo de Tolomeo, quien vivía en Jerusalén.