13 [12a] Ésta es una copia de la carta:
14 [12b] «El gran rey Artajerjes saluda a los gobernadores de las ciento veintisiete provincias, desde la India hasta Etiopía, y a sus leales súbditos.
15 [12c] »Hay muchas personas que, al recibir grandes honores de la generosidad de sus bienhechores, se llenan de orgullo, y no sólo procuran tratar injustamente a mis súbditos sino que, no pudiendo resistir tantos honores, se dedican a hacer planes contra sus bienhechores.
16 [12d] No se contentan con ser desagradecidos con los hombres, sino que se llenan de orgullo al verse aplaudidos por los tontos, y se imaginan que pueden escapar del justo castigo de Dios, que siempre lo ve todo y aborrece el mal.
17 [12e] Los gobernantes confían a veces el gobierno de los asuntos a hombres que consideran amigos, pero éstos muchas veces los persuaden a hacerse cómplices de crímenes contra personas inocentes y a causar males irreparables;
18 [12f] con engaños y mentiras malévolas traicionan la sinceridad y las buenas intenciones de los gobernantes.
19 [12g] Esto puede verse no solamente en las historias antiguas que nos han transmitido, sino también ahora. Basta con abrir los ojos para darse cuenta de la cantidad de crímenes cometidos por esa peste de gobernantes indignos.