14 —Yo mismo te acompañaré y te haré descansar —dijo el Señor.
15 Pero Moisés le respondió:—Si tú mismo no vas a acompañarnos, no nos hagas salir de aquí.
16 Porque si tú no nos acompañas, ¿de qué otra manera podrá saberse que tu pueblo y yo contamos con tu favor? Sólo así tu pueblo y yo podremos distinguirnos de todos los otros pueblos de la tierra.
17 —Esto que has dicho también lo voy a hacer, porque tengo confianza en ti y te has ganado mi favor —le afirmó el Señor.
18 —¡Déjame ver tu gloria! —suplicó Moisés.
19 Pero el Señor contestó:—Voy a hacer pasar toda mi bondad delante de ti, y delante de ti pronunciaré mi nombre. Tendré misericordia de quien yo quiera, y tendré compasión también de quien yo quiera.
20 Pero te aclaro que no podrás ver mi rostro, porque ningún hombre podrá verme y seguir viviendo.