11 Abraham y Sara ya eran muy ancianos, y Sara había dejado de tener sus periodos de menstruación.
12 Por eso Sara no pudo aguantar la risa, y pensó: «¿Cómo voy a tener este gusto, ahora que mi esposo y yo estamos tan viejos?»
13 Pero el Señor le dijo a Abraham:—¿Por qué se ríe Sara? ¿No cree que puede tener un hijo a pesar de su edad?
14 ¿Hay acaso algo tan difícil que el Señor no pueda hacerlo? El año próximo volveré a visitarte, y para entonces Sara tendrá un hijo.
15 Al escuchar esto, Sara tuvo miedo y quiso negar. Por eso dijo:—Yo no me estaba riendo.Pero el Señor le contestó:—Yo sé que te reíste.
16 Después los visitantes se pusieron de pie y empezaron a caminar hacia la ciudad de Sodoma. Abraham los acompañó para despedirse de ellos.
17 Entonces el Señor pensó: «Debo decirle a Abraham lo que voy a hacer,