6 José era el gobernador del país, y el que vendía trigo a la gente que llegaba de todas partes. Cuando sus hermanos se presentaron ante él, se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente.
7 José reconoció a sus hermanos en cuanto los vio; pero hizo como que no los conocía, y les preguntó en forma brusca:—¡Ustedes!, ¿de dónde vienen?—Venimos de Canaán, a comprar trigo —contestaron ellos.
8 Aunque José reconoció a sus hermanos, ellos no lo reconocieron a él.
9 Entonces José se acordó de los sueños que había tenido acerca de ellos, y les dijo:—Ustedes son espías. Sólo vienen a ver cuáles son los puntos débiles del país.
10 —¡No, señor! —contestaron ellos—. Nosotros sus servidores hemos venido a comprar trigo.
11 Todos nosotros somos hijos del mismo padre. Somos gente honrada. Nunca hemos sido espías.
12 —No es cierto —insistió José—. Ustedes vienen a ver cuáles son los puntos débiles del país.