8 Los viñedos de Hesbón y de Sibmáhan quedado marchitos,destrozados por los señores de las naciones.Sus ramas llegaban hasta Jazer,se extendían por el desiertoy alcanzaban hasta más allá del mar.
9 Por eso lloro por los viñedos de Sibmá,lo mismo que por Jazer,y derramo lágrimas por Hesbón y Elalé,porque sobre sus frutos y cosechasresonó el grito de guerra.
10 La alegría y el bullicio se acabarán en los campos;no habrá más gritos de alegríani cantos en los viñedos,ni exprimirán más las uvas para sacar vino.Los gritos se acabaron.
11 Mi corazón se estremece como un arpapor Moab y por Quir-haréset.
12 Por más que Moab vaya a las colinasy ruegue allí hasta el cansancio,por más que vaya a su templo a orar,nada va a conseguir.
13 Éstas fueron las palabras que dijo el Señor contra Moab hace mucho tiempo.
14 Ahora dice el Señor:«Dentro de tres años,tal como los cuenta un obrero que vive de su salario,la grandeza de Moab se hará despreciable,a pesar de su inmenso gentío;sólo quedará un puñado pequeño, impotente.»