6 A ti y a Jerusalén los libraré del rey de Asiria. Yo protegeré esta ciudad.”»
21 Isaías mandó hacer una pasta de higos para que se la aplicaran al rey en la parte enferma, y el rey se curó.
22 Entonces Ezequías preguntó a Isaías:—¿Por medio de qué señal voy a darme cuenta de que puedo ir al templo del Señor?
7 Isaías respondió:—Ésta es la señal que el Señor te dará en prueba de que te cumplirá su promesa:
8 En el reloj de sol de Ahaz voy a hacer que la sombra del sol retroceda las diez gradas que ya ha bajado.Y la sombra del sol retrocedió las diez gradas que ya había bajado.
9 Cuando el rey Ezequías de Judá sanó de su enfermedad, compuso este salmo:
10 Yo había pensado:En lo mejor de mi vida tendré que irme;se me ordena ir al reino de la muertepor el resto de mis días.